“Unidad de los jubilados y pensionistas para hacer escuchar nuestra voz”

Entrevista a José Manríquez Rondoy, secretario general del Sindicato Asociación de Jubilados y Pensionistas de Construcción Civil del Perú (SAJPCCP).

—¿Por qué se funda el sindicato de jubilados y pensionistas y no se mantiene como asociación?

—Es un acuerdo del 28° Congreso Nacional Ordinario de la Federación de Trabajadores en Construcción Civil del Perú, realizado en junio de 2023. El mismo Estatuto de la Federación aprobado en este congreso, en su artículo 61, reconoce como entes auxiliares de la FTCCP a los desocupados, el Comité de Damas y los jubilados. Estamos cumpliendo con este acuerdo. Los jubilados de construcción civil hemos estado inscritos en la Asociación Mutual de Jubilados de Construcción Civil de Lima, fundada en 1979, pero cuando quisimos tener reconocimiento del Ministerio de Trabajo, nos dijeron que no reconocían ni asociaciones ni mutuales. Así que decidimos fundar el Sindicato Asociación de Jubilados y Pensionista de Construcción Civil del Perú. Mantuvimos la palabra Asociación en el nombre en respeto a la historia de nuestra organización. Ahora ya tenemos personería jurídica. De esta manera, como sindicato, formaremos parte de la Federación y por ello también hemos adecuado nuestro estatuto al estatuto de la Federación.

—¿Qué trascendencia consideran que tiene este hecho?

—Lo importante es que nosotros, como jubilados y pensionistas de construcción civil, estamos abriendo el abanico hacia otras asociaciones gremiales representativas de jubilados y pensionistas con la finalidad de que nos convirtamos en un organismo representativo a nivel nacional. Por ejemplo, tenemos a la Coordinadora Nacional de Pensionistas del Perú, CONAPEC, que aglutina alrededor de once organizaciones, a quienes hemos convocado a la unidad. Le estamos planteando a la CGTP que convoque a las centrales sindicales representativas para realizar un encuentro a fin de hacer un trabajo en equipo, porque el Gobierno y las autoridades respectivas del Estado no nos están tomando en cuenta ni como seres humanos ni como jubilados.

—¿Qué importancia tiene unir a los jubilados y pensionistas?

—Para evitar todo lo que sucede ahora, que impulsan una reforma pensionaria sin tomar en cuenta la voz de los jubilados y pensionistas, ni la de los trabajadores actuales, que serán los jubilados y pensionistas de mañana. Esta reforma pensionaria del Congreso de la República está destinada a desaparecer a los jubilados de los decretos leyes 19990 y 20530, porque, con la reforma que plantean, todos los aportantes actualmente van a pasar directamente al sistema de pensiones privado, a las AFP, y ahí nos van a cerrar el caño. Esta es una razón por la cual hemos interpuesto una demanda a los congresistas a fin de que vuelva nuevamente a la Comisión de Trabajo esta reforma para que sea mejor debatida y tomar en cuenta las opiniones de los pensionistas actuales, que es lo que queremos.

—¿Por qué cree que el Gobierno quiere desaparecer a los jubilados de esos decretos leyes?

—Desde que se creó el Instituto Peruano de Seguridad Social, que tenía a su cargo salud y pensiones, los trabajadores y los empleadores aportábamos al IPSS para cubrir atenciones médicas y pensiones. Como los gobiernos de turno de aquellos años vieron que dentro de este organismo había una cantidad inmensa de ingresos, cogieron el dinero bajo el propósito de hacer obras públicas e incrementar el presupuesto general de la República. En el año 90, con la dictadura de Fujimori, el exministro de Economía, Carlos Boloña, reconoció en una entrevista en un medio periodístico que el Estado le debía una onerosa deuda a los aportantes y pensionistas. En el año 2011, en el gobierno de transición de Valentín Paniagua, el exministro de Economía, Javier Silva Ruete, reconoció en el diario La República, del 11 de setiembre, que el Estado le tenía una deuda a los aportantes y pensionistas de 32 mil millones de dólares. En 2018, la excongresista Carmen Omonte, presidenta de la Comisión Especial Multipartidaria para la Reforma Integral del Sistema Previsional Peruano, estableció que la deuda onerosa del Estado con los jubilados ascendía nada menos que a 60 mil millones de dólares. Estamos en 2024, y la pregunta es a cuánto habrá llegado la deuda; nosotros calculamos que es el equivalente a la deuda externa que tiene nuestro país con la banca financiera internacional. Este es el motivo y la razón por la cual el Estado no quiere vernos a nosotros vigentes, porque les estamos cobrando esta onerosa deuda. Haciéndonos desaparecer cerrándonos el caño económicamente, desaparece la deuda social del Fondo Consolidado de Reserva, el Fondo Nacional de Ahorros Públicos y las acciones que tenemos en Electroperú. Somos los accionistas mayoritarios.

—¿Cuál sería la central de los jubilados y pensionistas que englobaría a estas organizaciones y sus demandas?

—El acuerdo en asamblea general en nuestro sindicato es afiliarnos a CENAJUPE por historia. Los jubilados de construcción civil fundaron la Central Nacional de Jubilados y Pensionistas del Perú, CENAJUPE, y, siendo historia, no podemos mantenernos al margen de este derecho que nos corresponde. Estamos en esos trámites para enviarle a CENAJUPE los documentos que se requieren para afiliados y seguir ampliando la unidad, que es la única palabra que debemos tener presente todos los pensionistas y jubilados del Perú. Lograr la unidad es un camino largo, pero con objetivos claros y precisos.